miércoles, 28 de mayo de 2014

días de nostalgia, de reflexión


Hola, buenas!

 

Vaya, parece que el mal tiempo ha vuelto a hacer acto de presencia por estos lares, tenemos este año una primavera muy inestable!

Como véis suelo introducir muchos posts hablando del tiempo, y es que no puedo evitar que me condicione!

 

Hoy me apetecía hacer limpieza en el blog, he releído ciertos posts y como dice una gran amiga mía, “en que demonios estaría yo pensando cuando los escribí?”. Y es que yo soy así, a veces se me cruza el cable, y me da por querer compartir cosas que luego no hago, decir cosas que no me identifican o simplemente reflejarlas en la escritura en un momento en que las sentí pero que dejé de hacerlo en el momento presente.

Y es que en un blog para mí hay que reflejar bien todo tu ser y tu esencia, los momentos particulares son otra cosa!

Total, he eliminado algunas entradas, y creo que así está mejor!

 

Hoy voy a hablar otra vez del hospital, me ha tocado ir esta semana y no precisamente yo, sino un tío mío al que operaron de barices.

He ido a verle, he estado allí. Pero en otra línea del partido, esta vez como espectadora!

No os podéis imaginar lo raro que se me hizo lo de ver las cosas desde la otra línea!

 

Pero…. Realmente estaba en la otra línea?

Yo creo que no….

 

El lunes ingresaron a mi tío, a las cuatro y media de la tarde más o menos, y mi madre y yo estábamos allí antes para cuando llegasen él , mi tía y mi prima recibirlos.

Pero….. yo no iba a ingresar!

 

No os lo creeréis, o pensaréis que soy masoca, o rara  o lo que queráis….. pero yo sentí una nostalgia tremenda!

Fue como que me diesen una puñalada en el corazón, fue como que te roban parte de tu alma. Y tan sincero como lo sentí os lo cuento aquí hoy.

 

Mi vida ha transcurrido siempre entre hospitales, he aprendido a vivir en ellos, a ver la vida a través de ellos. Por eso cuando alguien le da importancia a no llevar el pendiente a juego con el anillo me da la risa, y pienso , “ojalá todos los problemas del mundo fuesen esos”.

Yo le doy importancia a lo que de verdad la tiene, pero claro, yo ya desde mi más tierna infancia he tenido otra vida, otros problemas, otra forma de afrontarlos….. y conmigo seguramente que hay un buen gremio de gente!

Pero claro, luego para el otro bando están los de aparentar de lo que no son, los de ser hipermegasuperfashion, y los de creer que se comen el mundo por montera sintiéndose invulnerables ante todo y ante los demás. Y para nada, somos más vulnerables de lo que creemos, la vida nadie la tiene comprada!

Que el dinero compre objetos no quiere decir que compre sentimientos o la felicidad, ni siquiera el bienestar porque la vida está llena de sorpresas. Yo lejos de ver a la vida negativamente, la veo con espíritu positivo, y siempre digo que gracias a los hospitales soy la sara que soy, pienso como pienso y vivo como vivo!

 

Podré comprarme cosas y disfrutar, podré poner algún día pendientes y anillos y sentirme bien, pero jamás doy importancia a todo eso, ni lo considero la base de ninguna felicidad en la vida.

Si un día tengo que salir de casa sin poner pendientes lo hago, si un día tengo que salir sin las uñas pintadas lo hago, porque para mí la vida no se basa en lo que los demás vean de ti, sino en como tú te sientas y actúes ante las circunstancias.

No hago de todo un drama, y menos desde que el hospital me enseñó nuevamente que la vida es una infinita lección!

Hay que aprender a vivir en base a las circunstancias que cada uno tiene, y sobre todo no dejarse arrastrar por la negatividad asociada a muchas situaciones, que lo único a lo que esto lleva es a tener baja autoestima y a no valorar lo que de verdad haces en este mundo, en contraposición a lo que haces realmente.

 

Siempre cuando nos pasa algotipo enfermedad o cualquier situación a la que no esperamos o a la que no estamos acostumbrados, nos vienen a la mente miles de preguntas: como actuaré yo, como enfrentaré esto y lo otro, me moriré….

Y para mí la pregunta que siempre falta es “sabré estar a la altura y luchar?”.

No nos damos cuenta de que la mayoría de los comportamientos que tenemos ante las situaciones y ante la vida son aprendidos, nos los enseñan de pequeños y los vamos interiorizando como si de dogmas se tratase, cuando en realidad son un lastre a la hora de enfrentar la vida.

 

Siempre he dicho que en el colegio falta enseñanza, porque en vez de aprender tantas áreas instrumentales como lengua y matemáticas, que al fin y al cabo sirven para poco en la vida, porque no nos enseñarán a convivir con la enfermedad, con el dolor o con la muerte?

Esto no está en ningún libro, y la gente no lo sabe hacer!

El verdadero propósito del aprendizaje no se cumple pues!

 

El hospital para mí es como mi segunda casa, ese lugar que tantas cosas me ha enseñado, en el cual he vivido prácticamente toda mi vida, y con el que estoy más que familiarizada.

Por ello estos días cuando han operado a mmi tío, yo he reflexionado mucho, he tratado de ver las cosas desde otra cara, dado que en este caso no era yo la ingresada.

Pero…. El hospital es el hospital!

 

Cuando esperamos en la sala de espera del quirófano y los doctores iban llamando, cuando mi madre me enseñó donde está la unidad de cuidados intermedios donde yo estuve aquel 30 de julio pasado, cuando recorrí ese pasillo que comunica todas las habitaciones…… todo fueron sensaciones , recuerdos y mucha nostalgia.

Me puse en el lugar de mis padres, como vivirían aquello?

En la puerta de intermedios me quedé un rato pensativa, yo estuve allí llena de cables y recién operada, pero….. ahora iba andando!

Tanto han cambiado las cosas en menos de un año?

Esto es la propia evolución de la persona, pero lo aprendido no se ve y queda para ti, para tu individualidad.

 

El hospital es tan importante para mí!

La sensación más agridulce que tuve fue cuando mientras le hacían el ingreso a mi tío fuímos al baño, al baño de oncología….

Salían de aquel pabellón colegas míos y mías, de someterse a su tratamiento de quimioterapia. Yo hace menos de 8 meses también salí de allí, mal como ellos, cansada como ellos, luchando como ellos!

Me produjo aquello una sensación de alegría y pena al mismo tiempo. Cuanto ha cambiado todo?

Mi evolución si, pero mi aprendizaje y modo de ver la vida aún más.

 

Las etapas que te enseñan, las que enfrentas con coraje nunca pasan de moda, porque en la vida las cosas no son tan efímeras como los estampados de la ropa o la canción del verano.

Yo he aprendido, vaya como he aprendido!

A valorar todo mucho más, a luchar, a no decaer, a darle importancia a cosas transcendentes, a conocerme mejor, en definitiva, a vivir!

 

No se debe crecer ni evolucionar al ritmo que desde fuera te marcan, porque parece ser que a una determinada edad ya hay que dejar de jugar, a otra casarte, a otra trabajar, a otra tener hijos, vaya, que parecemos robots programados por la sociedad.

Yo creo que muchos no ven que la mayoría de las cosas las hacen por presiones sociales, te pasas la vida haciendo lo que desde afuera te ordenan, y eso te convierte en alguien carente de sentido y de identidad.

Yo he hablado con mucha gente de 60 o 70 años, que se supone que han vivido más que yo, y no es casualidad que me digan que están hartos del trabajo, que si volviesen de nuevo a ser jóvenes hubiesen disfrutado más, que para que tendrían tantos hijos, etc. son testimonios que lo único que reflejan y que además es de calado, es que somos marionetas al servicio de las convenciones sociales!

Porque no disfrutamos más en vez de trabajar tan pronto?

Porque si eres mujer no valoras la cuestión de ser madre antes que serlo solo porque te presionan?

Porque avanzamos al ritmo que nos imponen?

Para mí la clave de una mayor felicidad sería vivir más como cada uno quiera, evolucionar si que para algo somos personas, pero cada uno a su ritmo, no al que nos marquen desde fuera.

 

Quien me ha enseñado todo esto?el hospital!

 

Doy las gracias a todas las personas que me leéis, y sobre todo siempre he dicho que este espacio pretende ser un homenaje a la libertad de expresión , y a la lucha ante lo que la sociedad tiene como adverso, que para mí es el verdadero sentido de mi vida, y por ello deja de ser adverso.

Ser felices y evolucionar a vuestro ritmo, y no creáis que somos invulnerables, la vida está llena de sorpresas!

 

Os quiero!

 

 

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