martes, 29 de julio de 2014

aniversario de un día que cambiaría mi vida


Hola, buenas!

 

Hoy andamos de aniversarios, de grandes aniversarios. Para mí las cosas que me ocurren en la vida sean buenas o malas, sean graves o leves, me han marcado profundamente, he aprendido de ellas. Para mí este último factor el del aprendizaje, es el más importante. No existen en la vida cosas buenas o malas en sí mismas, todo depende de nuestra interpretación de lo que nos pasa, de aquello que vivimos.

Porque lo que aprendemos en el colegio es muy poco, si, muchas matemáticas, mucha lengua, mucha historia, pero….. nos enseñan de verdad a afrontar los problemas o circunstancias vitales? La respuesta es un rotundo no, sin titubeos.

Lo que aprendemos lo vamos internalizando con el tiempo, y es lo que hace en mayor medida que todo aquello que nos pasa lo vivamos de una determinada manera, lo asociemos con experiencias pasadas y por tanto hagamos una valoración crítica de ello, que por cierto, no siempre se corresponde con la realidad. Una enfermedad es algo malo? Sinceramente para mí no. Es algo que te produce tu cuerpo, tus genes, es algo que la vida te pone para que aprendas, para que cumplamos con nuestra misión en este mundo que es luchar y salir adelante. Una enfermedad para mí no tiene porque ser algo doloroso ni nefasto, sino algo difícil con lo que hay que lidiar, pero que siempre te recompensa con un aprendizaje, con una lección, con un sentido para tu vida! Yo gracias a los hospitales me he construido una identidad, una forma de ser y de ver las cosas, una esencia propia. No es esto acaso una gratitud? Para mí si que lo es, ya lo creo que lo es!

 

Pues bueno, como sabréis si me habéis seguido hoy 30 de julio, hace un año justito de la gran operación, aquella en la que me practicaron una cistectomía radical (extirpación total de la vejiga), una histerectomía parcial (extirpación del útero pero conservación de ovarios, trompas de Falopio y cuello uterino), y una linfadenectomía (extirpación de ganglios linfáticos, en mi caso nueve de la pierna derecha y cinco de la izquierda).

Tras todo esto, me practicaron una desviación urinaria tipo broker, que consiste en aislar una porción de íleon (una parte del intestino delgado), para construir un estoma (orificio situado en la parte baja del abdomen ) para que la orina drene hacia el exterior. Para completar la desviación se me anastomosaron los dos uréteres renales al estoma, la parte distal se deja abierta, y la parte Proxymal se cierra.

Esto requirió de dos cosas que apartir de aquel momento se convirtieron en dos de mis nuevos amigos: un disco adhesivo que sujeta la bolsa, y la bolsa de urostomía, que es lo que ahora vendría a ser mi vejiga, y es el lugar para donde ahora se drena mi orina expulsada por el estoma.

Todo esto se practicó el 30 de julio pasado, requirió seis horas y cuarto de quirófano, 11 días de ingreso hospitalario, y una larga recuperación de la cual hoy, a un año vista, me doy por satisfecha ya que bastante he logrado para lo que la cosa fue en sí misma.

 

Todo esto hoy hace un año, todo esto aquel día……

Yo estaba nerviosa, recuerdo las horas e instantes previos a entrar en quirófano como unos momentos de nerviosismo, de intranquilidad y de incertidumbre por la intervención que me iba a ser practicada.

Que nervios tenía yo en la habitación, como temblaba cuando vinieron a colocarme las medias antitrombos y a darme el orfidal para bajar ya al quirófano! Mi tío llegó en esos momentos, mi padre lo hizo poco después.

 

Yo seguía nerviosa en la antesala del quirófano, al entrar charlé con la anestesista, tía maja donde las hubiese,….. todo eran dudas para mí, todo eran interrogantes.pero….. en poco tiempo entré al quirófano, aquel lugar que en este día cambiaría mi vida, me obligaría a adaptarme de nuevo, y es malo esto? No, quien no se adapta no sobrevive, es una condición natural de todo ser humano.

Bromeé con la anestesista antes de dormirme, bromearon varios médicos y personal sanitario conmigo, y finalmente caí en un sueño profundo del que me despertaría seis horas y cuarto después siendo la misma pero con otras condiciones, con otras características.

 

Mis familiares quedaron a la espera, seis largas horas y cuarto de espera. Tan solo conocieron a las tres horas una parte de la intervención. Todo marchaba, se me había hecho la primera parte de extirpaciones, ahora tocaba la desviación. Mi madre casi se desmaya, yo dormida ajena a todo.

Dice que le daba pena que me extrajesen órganos de mi cuerpo que me pertenecían. Pero esos órganos estaban enfermos o se sospechaba que podrían estarlo, por tanto no se me hizo nada grave ni nefasto. Todo fue con la intención de curarme, de devolverme la salud perdida a causa del nuevo cáncer que albergaba mi cuerpo.

 

El tiempo pasó, aquella mañana debió ser una de las peores de mis padres, de mis familiares. Que duro es quedar a la puerta de un quirófano!

 

Por fin me desperté, por fin volví en la realidad! Que distinta me ví cuando me toqué, mi pelbis contaba con una bolsa de plástico en forma de vejiga, adherida a la piel mediante un disco redondo.

Tenía tuvos y cables por todos lados, yo era una máquina humana. Estaba en la unidad de cuidados intermedios, llena de cables, rodeada de personal sanitario que velaba por mi bienestar, por mi seguridad tras seis horas y cuarto de larga intervención, de mucha anestesia.

Yo fui consciente de que mi vida había cambiado, también la de mi madre, pues apartir de aquel momento vendrían muchas cosas más como quimioterapia, curas, cambios de bolsa y disco, cambio de vida al fin y al cabo.

 

Cambio es la palabra, cambio es la clave! Pero quien no cambia?

Todos cambiamos para vivir, la vida es cambio, y en este 30 de julio quedó patente una vez más, que el ser humano es continuo cambio y evolución y como tal debe responder a ello con sus mejores armas adaptativas.

Este día para mí fue cambio, pero vida al fin y al cabo, porque mientras haya vida puede haber cambio, sin vida ya no hay nada, recordadlo siempre!

 

 

 

 

4 comentarios:

  1. Querida Sara, eres toda una campeona y te admiro por lo fuerte que eres, por como llevas tu vida haciendo frente a circunstancias tan difíciles. Hoy es un gran día porque estás con nosotros y nos lo cuentas con fortaleza, gratitud... ¡Eres muy especial!!!!! Haces que nuestras miserias diarias parezcan insignificantes y nos animas a luchar contra la adversidad, gracias por ser nuestra guía. Muchos besitos.

    ResponderEliminar
  2. Hola, desde luego un día para recordar siempre... Me alegra que a pesar de todo lo duro que fueron las operaciones, todo ha salido bien y estás aquí... Eso es lo importante.... sin duda.
    A mi padre hace 12 años le operaron de lo mismo que a ti, lo de la vejiga, se la quitaron y llevo la bolsa un año más o menos... él no tuvo suerte y lo tenía extendido por más sitios y todo aquello, ese sufrimiento, no sirvió para nada... Mi padre no disfrutó de su nieto ni un año, un año de hospitales, a su nieta no la llegó a conocer y eso es muy triste....Por eso, sé de primera mano lo duro que es y por eso me alegra que a ti si que te sirviera... Vive todos los días con intensidad, porque son un regalo. Un abrazo....

    ResponderEliminar
  3. Hola: te felicito por tu fortaleza. La vida no siempre es fácil pero tu nos das una lección de supervivencia y de positivismo. Me alegro mucho que todo saliera bien dentro de la gravedad. Mucho ánimo y siempre hacia adelante.

    ResponderEliminar
  4. Hola soy carmen eres una gran luchadora sin coraza y sin armas vamos nunca mejor dicho cuetpo a cuerpo felicidades por resistir tan fuerte a lo largo de este año. Tu positivism ha echo que salgas adelante tia fuerteer que eresss una tia fuerteee. Besosss y abrazosss

    ResponderEliminar