jueves, 5 de septiembre de 2013

soy totalmente modernista e innovadora!


ahora toca escribir a cerca de mi carácter modernista.

 

Soy una persona dinámica, con un concepto claro de modernidad y muy reacia a lo clásico y aquello que para mí lo represente.

 

Mi carácter dinámico hacen que siempre trate de buscar ambientes que representen la pluralidad social, entendida en tanto a pluralidad de estilos, ambientes y modos de vida que la sociedad actual ofrece.

Sería el paradigma que muchos llaman el vivir a la carta.

Es por esto que a mí me gustan los ambientes que representen estas múltiples alternativas que te da la sociedad actual.

la representación más viva y realista de esta pluralidad, son a mí juicio los grandes centros comerciales que ahora están teniendo tanto éxito entre la población.

Yo cada vez que voy a uno de ellos, y suelo ir con mucha frecuencia, me encuentro absolutamente bien y feliz en ellos, por muchas razones.

En primer lugar creo que en estos espacios conviven como ya he señalado todas o la mayoría de las alternativas que nos brinda la sociedad modernista del momento.

Por eso, tengo la posibilidad de hacer múltiples cosas y actividades en ellos, tales como ir de compras, comer, tomar algo o aunque esto último no me guste tanto, ir al cine.

En segúndo lugar, este tipo de ambientes hacen que yo como persona deficiente visual y amante a rajatabla de la modernidad, pueda disfrutar de un gran abanico de sensaciones sin tener que desplazarme por la en ocasiones incómoda calle.

Estas sensaciones son extremadamente estimulantes para mí, y van desde sensaciones olfativas, hasta táctiles y propioceptivas.

Cuando estoy dentro de un centro comercial y por cierto me gustan cuanto más grandes mejor, me siento inmersa en un ambiente agradable, pleno y enriquecedor. Siento que mi cuerpo está en un espacio cargado de emociones, sensaciones de todo tipo (olfativas, táctiles, auditivas,….). las sensaciones a modo de ejemplo son muy variopintas: que gusto me da entrar a un megacentro comercial y oír hablar y andar a toda la masa! Y el trasiego de gente de acá para allá, o el ruido de cuando en las cafeterías mueven tazas, platos y vasos.

No menos desperdicio tienen los olores que desprenden las tiendas, el aire acondicionado cuando me acaricia la cara o la música moderna de los distintos locales.

Por eso no puedo entender a toda esa gente que me dice que como puedo disfrutar en un espacio tan cerrado.

Mi respuesta ante este interrogante de la tan curiosa gente, siempre es la misma, ¡cerrado pero diverso!

Que esa es otra, lo de cerrado para mí con todo lo que he expuesto, sería un adjetivo muy lejano para definir a estos espacios.

 

Cuando estoy dentro de estos espacios, me siento inmersa en un ambiente agradable, dinámico y que me transporta a un mundo ideal de placer y consumo.

Es más, siempre he pensado desde que visité el primer centro comercial que mi ideal de cielo sería un espacio como estos.

Además, en estos sitios creo que todo es posible, todo es cambiante y accedes con más rapidez y claridad a los cambios que experimenta la sociedad tanto a nivel sociológico como en cuanto a tendencias de moda.

En los centros comerciales uno puede darse cuenta más rápidamente de los cambios sociológicos tales como el modo de comer, vestir o divertirse. Aquí todo eso adquiere un papel notorio ya que estamos hablando de espacios dedicados al consumo y al ocio en general.

 

Yo cuando hablo de este tipo de espacios lo hago siempre desde mi punto de vista y lo que para mí representan, ya que a veces se tiende a ver las cosas solo desde una perspectiva, olvidando que pueden ser poliédricas.

 

Otro aspecto a destacar de estos espacios es su carácter de espacios de consumo. A mí me gusta comprar, eso si, siempre desde la realidad. Soy consciente de que cuando adquiero muchos productos, estoy dando juego a un sistema capitalista injusto y egoísta. Lo hago como forma de sentirme bien, pero no olvido todo lo que ello acarrea.

Me gusta comprar ropa que me identifique, cosmética natural y derivados tales como inciensos o velas, adornos del hogar, y cosas originales e innovadoras en general.

Cuando compro algo para mí es importante que aquello que adquiero me identifique y represente algo para mí, para verle de algún modo una utilidad.

 

 

Dado que este texto pretendía reflejar mi carácter modernista e innovador, también haré referencia a la música que escucho.

Esta siempre tiene que ser dinámica para así reflejarme el carácter cambiante de la sociedad actual, y por ello que conecte más con mi carácter alegre y movido.

Por ello, soy incapaz de escuchar música lenta como la clásica o la ópera.

La música que normalmente escucho es música tecno, pop actual o algunas veces rap. No entiendo la música que no es de mi generación. Vale que pueda escuchar alguna canción de algún grupo como keen o rolling stones y parecerme preciosa, pero por mucho que me esfuerce, no es una música significativa para mí, ya que no la asocio a ninguna experiencia de mi vida, ni veo una conexión entre ella y el mundo actual tan cambiante y tecnológico.

A la música que escucho y bailo, siempre me gusta asociarle algún movimiento corporal y crear así alguna coreografía que represente una historia, estado de ánimo o vivencia personal.

Esto muchas veces se convierte en danza moderna, o en complejas coreografías creadas a partir de canciones.

La música tecno para mí más que un conjunto de ruidos o sonidos homogéneos, me evoca algo parecido a lo que siento en los centros comerciales. Me evoca aleatoriedad, dinamismo y mucho colorido. Es creatividad, y por ello me identifico mucho escuchando esta música.

 

También y ligado a esto, mi forma de aprender nunca se basa en leer libros.

¡odio leer con todas mis fuerzas!

Creo que la lectura no conecta con el ritmo de la sociedad del conocimiento y más aún de la sociedad de las nuevas tecnologías.

Yo prefiero aprender por medio de internet o de boca de las personas.

Creo que es absolutamente injusto que la gente sobre todo del ámbito de las letras cuando les dices que no te gusta ni leer ni la música clásica, te tachen como la inculta de turno.

Creo que a esa gente le falta por saltar un muro infranqueable que tienen en sus mentes, y que consiste en la idea errónea de que para aprender y cultivarte solo puedes hacerlo por medio de métodos tradicionales.

Estas personas creo que en el fondo piensan que las nuevas tecnologías van a destruir a la sociedad de las formas tradicionales.

Esto me da mucha pena, ya que si esta gente piensa que el progreso consiste en mantener a ultranza las formas tradicionales de aprendizaje y cultura, ¡están arreglados para lo que se les viene!.

Creo que estas personas tienen muy difícil adaptarse a las nuevas formas de vida que demanda la sociedad del futuro porque no las aceptan.

Yo siempre he buscado acabar con esta resistencia de la gente al cambio, y es por esto que me gusta escribir párrafos como este, para que se vea que siempre se pueden hacer las cosas de otro modo y sobre todo, ir entendiendo la nueva realidad que se nos viene.

 

A veces y no pocas, pienso que yo vivo en una sociedad equivocada, porque ciertos comportamientos e ideas de la gente no me parecen propios del siglo XXI. Como ejemplo está lo que he expuesto anteriormente del aprendizaje, centros comerciales, etc.

Creo que yo debería vivir 30 años adelante!

Mi ideal de sociedad sería un mundo sin prejuicios, en el que el mayor de los valores fuera la libertad y que todo se basase en la innovación y en la creatividad. El arte dependería del talento personal y no de factores tales como el status social o económico. Las personas no tendrían tabúes y verían todo con mucha más normalidad y cercanía, y los cambios en vez de ser percibidos como preocupantes o nefastos, fuesen acogidos con satisfacción y orgullo ante el progreso humano.

La tecnología impregnaría la vida de las personas y esto las llevaría a tener una mejor calidad de vida y a ser más felices. Pero lo mejor de esta utópica sociedad sería que las absurdas convenciones dominantes aún en la actualidad, estuviesen totalmente desterradas y hasta fuesen motivo de hironía, y es que hay que reconocer que muchas de ellas, son estúpidas de alma!

Que si los niños azul y las niñas rosa, que si hay que casarse o hacer la comunión, que si la mujer tiene que ser maternal, que si el hombre tiene que ser menos sentimental, etc, todo ello absurdo, limitante y aborrecible. Siempre he sido muy crítica con este tipo de comportamientos que se supone que nadie ha elegido, pero que todos hemos adoptado como “normales”, sin que a nadie se le aya jamás preguntado por su acuerdo o no con los mismos.

Para mí lo que cuenta son las personas, nada más que eso. Todo es de todos, todo puede hacer feliz a todos. Un niño puede jugar con muñecas sin dejar de serlo, una novia puede casarse de rosa sin dejar de hacerlo y un hombre puede ser muy sentido y no por ello ser menos hombre. Todo esto conllevaría un cambio de mentalidad y sobre todo, ser críticos y cuestionarse muchas de las cosas que vemos y hacemos.

Yo primo la innovación frente a la resistencia al cambio, y la creatividad frente a los absurdos clichés y convenciones sociales que no hacen más que atrasar y realentizar cualquier forma de progreso y cambio.

 

Me gustaría asimismo que el aprendizaje fuese tecnológico, entendido este como nuevas formas de buscar información e intercambiarla, y que las nuevas tecnologías estuviesen presentes en el aula de forma constante, y no constituyesen una experiencia aislada para el alumnado.

Esto sería virtual, y la información se adquiriría en internet y se intercambiaría mediante foros de discusión.

Mediante las nuevas tecnologías se podrían ofertar multitud de experiencias de aprendizaje como la enseñanza en tres dimensiones, porque como yo digo, internet no es solo la pantalla del ordenador, sino que abarca el mundo entero!

 
Creo que con esta exposición queda de manifiesto una parte importante de mi personalidad, la cual quiero compartir con todos los que me leéis, porque como yo siempre digo, las ideas si no son expuestas, nunca se conocerán!

Viva la modernidad!

Viva el progreso!

Desagamos entre todos convencionalismos y tabúes! 

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