un año del accidente, un año sin vosotros, y unas sinceras y sentidas palabras

Hola amig@s, hola familiares, hola gente.

 

En este día tan veraniego, se cumple un macabro aniversario, de una horrible tragedia que nadie podrá olvidar jamás.

Tal día como hoy hace un año a las 20 y 41 y 6 segundos de la tarde noche, algo no iba bien en un tren alvia, dirección a santiago de compostela. Todos los pasajeros iban sonrientes, alegres, con ganas de abrazar a sus seres queridos, con ganas de disfrutar de un intenso día de fiesta que al día siguiente iba a producirse.

Todos iban felices, con deseos de disfrutar, de bailar, de vivir!

 

Pero alguien a cuyos mandos iba aquel alvia, iba pasado de velocidad, iba muy rápido. Ese tren no iba bien, algo fallaba, algo horrible iba a pasar en cualquier momento.

Y efectivamente pasó, sucedió lo peor.

El alvia dirección santiago de compostela a la altura del término municipal de androis a tan solo 4 kilómetros de su destino final descarriló, dejando tras de sí una dantesca estampa de muerte y desolación, de vidas truncadas, de familias rotas, de gente desesperada, de dolor, de muerte.

En números 79 los fallecidos, 190 la velocidad a la que iba el tren, nueve menos cuarto de la noche la hora, 4 kilómetros tan solo para el fin del trayecto…

Pero, a quien le importan las cifras en sí mismas?

Detrás de cada número hay una víctima, detrás de cada cifra hay una familia, una persona, un ser querido, un amig@, un ser humano a fin de cuentas.

 

Error humano con toda seguridad, fallo mecánico con toda probabilidad, es igual, lo que cuentan son las personas que ya no están, aquellas que han dejado en los suyos y en todo el país de bien un vacío imborrable, un hueco insustituible en los corazones de quienes les querían y apreciaban.

Porque las grandes tragedias siempre ponen a prueba el  inmenso coraje humano, en este caso se mostró en la gran solidaridad ciudadana. Gente en masa para donar sangre, todo un pueblo volcado y afanado en sacar y evacuar a víctimas y heridos del amasijo de hierros en que quedaron los vagones del siniestrado tren, gente que ayudó, gente que prestó cobijo y calor en difíciles momentos a familiares, heridos y amig@s.

Gracias a todos, gracias sinceras!

 

Hoy tras un año de aquello aún siguen las dudas del porqué, las preguntas del que pasó, los interrogantes para esclarecer tan tremenda tragedia. Pero por encima de trámites judiciales y burocráticos, por encima de politiqueos, por encima de cifras y números, hoy a un año vista, quiero rendir un sincero homenaje a todos aquellos seres entrañables y maravillosos que viajaban en aquel tren.

A todos ellos y a sus familiares quiero dar mis más sinceras condolencias por el suceso, quiero que sepáis que a un año vista esta española no os olvida, y que cada 24 de julio os tendrá presente en mi mente y sobre todo en mi corazón.

Porque no hay derecho a que los seres humanos solo sean vistos como cifras, y porque no hay lugar a la falta de seguridad en transportes que todos pagamos, y porque no hay derecho a que un error humano se cobre tanto dolor, para vosotros en este día van estas sinceras palabras.

Si de algo os sirve espero y deseo que sobrellevéis este dolor con la mayor calma y serenidad posible, y que cada día que pase sin los vuestros sea una llama de esperanza para que al menos algo cambie en todo aquello que provocó su desaparición.

 

Os quiero amig@s, desde dentro de mí con todo mi cariño y respeto.

 

Paz para los fallecidos, aprendamos de los errores!