lunes, 16 de abril de 2012

el arte contemporáneo, el verdadero arte para mí

Me encanta el arte contemporáneo, en todas sus modalidades, versiones y formas.

Como he señalado en varias ocasiones, no me considero para nada clásica, y de ahí a que sienta tanta pasión por lo innovador, actual y tecnológico.

El arte contemporáneo es para mí una fuente de expresión de incalculable valor, que representa fielmente la libertad y que por ello incentiva la creatividad y la innovación.
Rompe con todo, haciendo de esta ruptura su carta de presentación.
Grafitis, elementos urbanos como buzones pintados y decorados, ropa customizada, arte corporal, etc, son sus ejemplos más vivos de expresión.

Para este tipo de arte existen museos, yo conozco alguno de ellos y verdaderamente es un espectáculo contemplar por ejemplo, que un bote de colacao pintado o rotulado de una determinada manera, es allí expuesto como una obra de arte, o ver vídeos por ejemplo de cómo amasa el cemento un albañil en una obra.

En este tipo de espacios todo puede ser motivo de exposición, y por ello ser considerado como obra de arte.
A mí me parece genial esto, ya que pienso que por ejemplo la catedral de león, por ser gótica y muy antigua, no tiene que tener mayor valor artístico por ejemplo que un grafiti de un chaval que ama esta forma expresiva y a ella dedica gran parte de su tiempo.
El arte tiene que ser considerado teniendo en cuenta al artista, y lo que para él significa ese arte.
Igual yo me hago un tatuaje o un pearcing, y para mí dado que es algo significativo y me lo he hecho en mi cuerpo, tiene infinitamente más valor que cualquier cuadro del museo del prado, por mucho que los entendidos en arte digan lo contrario.

Creo que a de existir una apertura mental hacia el nuevo arte, ya que a diferencia del arte clásico que solo quedaba reservado a pocos artistas, el arte contemporáneo deja libertad y es sumamente innovador, de modo que cualquiera podemos ser artistas y por ello reconocidos como tales.

El arte contemporáneo además tiene una gran virtud, y esta es que admite todo y que considera todas sus manifestaciones como tal.
Desde pintar las uñas de las manos se puede convertir en una obra de arte, hasta un determinado estampado en la ropa también puede serlo.

Es por esto que tiene tantos adectos, por esta cercanía que muestra en su libertad y amplitud al admitir todo lo que se pueda imaginar.

Como fiel reflejo de esto está la danza, de la que he hablado en alguna otra ocasión.
La danza en todas sus manifestaciones (clásica, contemporánea, coreografía libre, etc), es un arte corporal de incalculable valor no ya solo por el hecho de expresar con tu cuerpo, sino por el hecho de entregar tu cuerpo para la misma.
La danza contemporánea entraría más en este repertorio artístico, ya que por sus características (innovación, movimientos que juegan con la gravedad, búsqueda del contacto con otros, etc), representa más todo lo que estoy exponiendo sobre el arte moderno.
La danza clásica es bellísima, glamourosa y refinada, pero por su forma y características, no deja tanta libertad al artista como la nueva danza o danza contemporánea.

Esta danza tiene diferentes modalidades, y se puede bailar en diferentes ambientes.
Yo practico el contact improvisación, que es una danza que prima la escucha mutua, el contacto con el otro y la improvisación de movimientos y música.

Dentro de esta danza, se organizan las llamadas jam, que son una forma de arte corporal libre, en el que cualquiera puede participar y por ello sus espectáculos se practican sobre todo en espacios abiertos.
Todo se improvisa desde la música, hasta los movimientos corporales, bien sea solo o acompañado.

Todo esto son expresiones de arte contemporáneo, por supuesto tampoco me olvidaré del arte abstracto.
Que precioso es contemplar un cuadro de kandinsky o de cualquier otro artista de su estilo!
A mí me encanta, me parece que es una fuente de expresión tan rica que vale la pena contemplar y disfrutar.
Reflejan pluralidad ya que al dejar libertad expresiva y al no expresar nada concreto, nos están diciendo que las cosas no tienen una única manera de expresarse o de hacerse, sino que se puede llegar a las personas de múltiples maneras.
No tiene porqué haber en un cuadro flores o campos verdes para indicarnos que se llama La Primavera, sino que mediante líneas azules y curvas amarillas, también puede expresar ese mismo concepto.
Ligado a esto, de algún modo este tipo de arte nos está reflejando que cualquiera puede expresar, ya que su característica más notoria es la libertad para quien expresa.
Es decir, que alguien por ejemplo que le cueste dibujar cosas concretas como un perro, una flor o una casa, con este tipo de arte abstracto, puede expresar lo mismo pero de una manera más libre y artística, valga la redundancia.

Para mí la alegría puede significar tanto un cuadro de una mujer bailando, como un cuadro de colores llamativos como rosa, amarillo y naranja, entremezclados estos y formando curvas y líneas abiertas.
Es más, la veo mucho más clara en el segundo caso!

Yo admiro enormemente toda expresión de arte contemporáneo, desde unas zapatillas colgadas en un cable eléctrico, hasta un sofá forrado de pantalones vaqueros.
Me parece que es de un gran valor, el echo de que la sociedad se vaya dando cuenta por fin de que estas expresiones dicen algo, transmiten algo y por ello son arte.

En mi vida aparte de visitar como ya he señalado algún museo de arte contemporáneo, he tenido posibilidad también de hacer yo algunas cosas, la danza es una de ellas, pero no la única.
La plastilina me encanta para plasmar ideas y sentimientos, y con ella he jugado mucho. Precisamente esa es otra característica del arte contemporáneo, el hecho de admitir el juego infantil sobre todo pictórico, como un arte.
Láminas con manchas de color,garabatos, pintura con témperas o plastilina son algunas de las exposiciones que también se realizan en muchos de estos museos.
Los niños y niñas para mí son grandes artistas, porque desprenden libertad y creatividad, y son el fiel reflejo de que todo significa algo, y que cada dibujo es de algún modo una historia personal, un sentimiento o una vivencia.
Los más peques son un potencial artístico, aman pintar, inventar juegos y hacer cosas nuevas.
Pienso que en la escuela se debería prestar mucha más atención a esta creación infantil, y fomentarla mucho más mediante dibujos libres, talleres de arte o jornadas de creación infantil.

También aparte de la plastilina, he hecho murales de texturas, con diversos materiales.
Recuerdo una vez recién terminadas las prácticas de educación especial hace dos años, les hice un mural primaveral a los niños y niñas del cole en el que realicé dichas prácticas.
El mural estaba compuesto de diferentes materiales como goma eba, papel pinocho, papel charol, etc, y todo ello muy colorido y alegre. Quise representar la primavera, y para ello fui superponiendo materiales, recortando, pegando, etc.
Quedó una cosa así a modo de collage, muy abstracto y colorista, imitando el espíritu alegre y el renacer que se siente ante la llegada de la primavera.
Pues lo hice y se lo dejé allí en la clase en la que estuve durante las prácticas, y se lo pegué en la pared.
Me gustó hacerlo ya que para mí supuso de algún modo dejar en ese centro  un recuerdo de mi carácter alegre y optimista, y una manera de decirles a los niños y niñas con los que estuve durante las prácticas, lo mucho que me habían aportado, y el paralelismo de dicho aporte con la primavera.

En otra ocasión hace mucho más tiempo concretamente cuando yo iba a 4º de ESO, tuve la oportunidad en clase de Educación Plástica, de hacer algo de eso que yo denomino arte contemporáneo.
La profesora nos mandó tanto a mí como a otro compañero de clase también deficiente visual, recopilar hojas del campo de diferentes tamaños, texturas y forma, para hacer un mural totalmente libre en el cual combinásemos estas hojas con otro tipo de texturas como plásticos, papel aluminio, o papel cebolla.
Pues nos quedó tanto a él como a mí unos murales muy chulos y creativos!
Recuerdo que el mío lo hice con las hojas, papel normal el cual para darle otra textura arrugué o hice como cucuruchos, y también utilicé plástico de envolver bastante gordo pero blando y fácil de moldear.

La última experiencia que he tenido con el arte contemporáneo, fue en la universidad, concretamente cuando estaba en 2º de la carrera de magisterio por inglés.
En la titulación tuvimos una asignatura del 2º cuatrimestre llamada Educación Plástica Y Visual Y Su Didáctica.
El profesor seguía una metodología a mi juicio que fomentaba mucho la creatividad del estudiante, y nos acercaba muy bien a la enseñanza de la plástica y como llevarlo a cabo en la escuela.
Una de las veces en que nos evaluó, nos mandó hacer una lámina que contuviese texturas y que estas combinadas, explicasen una historia.
Yo representé dos láminas, una de un paisaje que me quedó muy bonita, en la que usé tanto telas como papeles, y otra en la que usé plastilina y algún tipo de papel, en la que representé ula muerte en carrera del piloto de fórmula 1, ayrton senna.
Para la lámina del paisaje, el profesor me mandó llevar telas y todo tipo de papeles y texturas, que a mí me evocasen aquello que quería representar.
Dado que el sentido mediante el cual yo percibo estas sensaciones es el tacto, el profesor me mandó verbalizar cada una de las sensaciones táctiles que me evocaban las diferentes texturas.
Por ejemplo para representar el árbol, el corcho me pareció el más apropiado ya que es duro y sugiere tierra, para representar el río en movimiento usé el aluminio porque me parece que es un papel ligero, que pesa poco y suena parecido al rumor del agua, y para representar un campo florido, utilicé el terciopelo ya que me sugiere suavidad y frescura.
Pues así, hice el cuadro y recuerdo que me sentí muy bien porque tuve la oportunidad de expresar mediante texturas y sensaciones táctiles, ideas y elementos de la naturaleza que yo albergo en mi mente.
Al hilo de esto y también en plástica, recuerdo que el profesor que sin duda era un artista con todas las de la ley y un gran docente en su campo, me propuso una actividad a mi sola.
La actividad consistía en representar sentimientos, por medio de texturas y formas.
Para ello, volví a recopilar muchas y variadas texturas, y utilicé una cartulina grande.
Los sentimientos los iba representando por separado y explicándole el significado de la elección tanto de la textura como de su forma y orientación en la lámina.
Por ejemplo un palillo verticalmente, me sugiere algo dictatorial, dominio e imposición, tanto por el carácter vertical, como por la propia forma del palillo alargado, estrecho y duro, para representar el amor utilicé algodón en círculo, ya que es una textura agradable, placentera al tocarla y muy volátil y delicada, y en círculo porque el amor es algo recíproco, que puede encadenar o que te puede cegar, y así sucesivamente fui creando una lámina abstracta de texturas y formas, que representan situaciones y sentimientos.

Estas son así que yo recuerde mis más significativas experiencias con el arte contemporáneo, todas ellas se las debo a grandes profesionales de la plástica que han trabajado conmigo y que han hecho brotar mi parte más expresiva.
De ahí a que yo defienda mucho el arte contemporáneo, ya que por medio de las texturas también se puede representar aquello que quieras plasmar, prescindiendo de lo únicamente visual, sino combinando ambas formas.
Por ello nadie se puede sentir excluido, sea cual sea su condición personal.

El cuerpo y la estética corporal como arte, la ciudad como espacio de creación artística, tribus urbanas, arte abstractoo,….. todo ello es arte contemporáneo, es libre y creativo, y nos dice que todo puede ser creado, apreciado y disfrutado, en definitiva, todo puede ser arte!

lunes, 9 de abril de 2012

mi personalidad es abierta y tecnológica!

Soy una chica alegre, abierta y sociable.

Lo que más me gusta es salir, conocer gente nueva y relacionarme con los demás.

Para mí el conocer gente y ampliar tu red social es algo muy importante cara a expresarse y sentirse bien.
Cuando estoy con gente me siento a su vez que miro, y soy mirada.
Siempre trato de buscar ambientes que cumplan este requisito, de ahí que ame tanto los grandes centros comerciales.
Son espacios en los que siento que aunque no conozca a quien está pasando al lado mío, mirando algo o pagando cerca de mí, de algún modo siento que compartimos un espacio común, que yo le miro a él o ella, y él o ella me mira a mí.
Son espacios en los que todo se comparte, desde que te vean la ropa que compras, hasta que te observen lo que tomas en una cafetería.
Además son tan dinámicos que nunca verás a la misma gente, sino que es un trasiego constante de entrar y salir personas a ellos.
Me encanta pasear por ellos, porque me siento en un espacio ideal en el que además no solo estoy yo, sino que hay muchas personas a mi alrededor.

Otra cosa con la que disfruto mucho y que también hace referencia a mi carácter abierto, es salir y hablar con gente.
Me encanta conocer gente nueva, de variopintos lugares y de forma de ser muy diferente.
Me gusta charlar, hacer amigos y amigas y compartir ideas y sentimientos.
Estas cosas siempre trato de hacerlas en ambientes como cafeterías o bares, es decir, en sitios movidos.

Soy así. Mi carácter nada cerrado ni tranquilo me impediría irme todo un fin de semana al campo y estar allí sola.
O alquilar una casa rural en un pueblecito perdido de la mano de dios, y pasarme allí quince días desconectada de la civilización.
No soy así. Pienso que las personas entre más interconectadas estemos, más aprenderemos, nos conoceremos y más nos aportaremos.

Soy tecnológica hasta la extenuación, creo que las nuevas tecnologías son lo que ha demostrado el enorme potencial intelectual del hombre.
Amo internet, los móviles, las pizarras digitales, vamos, todas las tecnologías punteras del mercado.
Me parece que han mejorado significativamente la calidad de vida humana, como fiel ejemplo de ello eestá mi caso.

Yo antes, de pequeñita, cuando me inicié en la lecto-escritura, usaba una maquinota grandota y muy ruidosa, llamada perkins.
Es una máquina como las convencionales de escribir, pero en lugar de en tinta, escribe en braille.
Pues el tema era que la tenía que llevar todos los días al colegio, cargar con ella, y ojo, no creáis que pesa poco la condenada!
Vamos, haces con ella pesas gratis!

Pues era lo que yo usé prácticamente hasta los 13 años, edad en la que me inicié en el manejo del brai speak, una especie de agenda electrónica pequeñita, la cual te permite escribir en braille, pero puedes imprimir tanto en braille como en tinta.
Esta maquinita permite también crear archivos por ejemplo de las distintas asignaturas, e ir escribiendo en cada uno de ellos los apuntes o notas que tú consideres necesarios.
Además, dice la hora, fecha, etc.
Esto para mí supuso un avance muy notable, de cargar aquel trasto, a llevar esta nueva máquina en el bolso!
La máquina habla, tiene voz sintética.
Era muy divertido, porque cuando la llevaba al colegio todos y todas querían escucharla, y a mí me daba cierta vergüenza.
Pero en clase usaba cascos, para así no interrumpir tanto.

Después de usar esta máquina hasta incluso la universidad, llegó el increíble ordenador portátil!
Eso si que para mí ha sido el culmen de la autonomía, en todos los aspectos.
Al principio me costó manejarlo, porque tiene un programa de voz para que lo podamos usar de forma normalizada, no siendo necesaria ninguna otra adaptación.
El programa de voz tiene distintos usos, y tienes que aprender cada uno de ellos: el de lectura, el de manejarte por internet, etc.
Pero bueno, como a mí me gustaba mucho, pues lo intenté y al final conseguí manejarlo bien.
Además las teclas como no las tengo marcadas en braille, me las tuve que aprender de memoria, usando como referencia la F y la J, que llevan una pequeña marca que se distingue al tacto.
Pues así aprendí a manejar el ordenador, mi gran aliado en todos los sentidos.

Gracias a él he aprendido a buscar información, a mandar mails y por tanto a comunicarme con mucha gente, a buscar datos que me puedan servir (números de teléfono, direcciones de contacto….), y algo muy notorio, los profesores en la universidad ya me dan casi todos los apuntes en formato digital bien en un pen drive, o bien me los mandan al correo electrónico.
Esto es calidad de vida!

De ahí a que yo sea tan defensora de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos de la vida.
El lavavajillas, el microondas, los robots de cocina, las televisiones de plasma, etc, son inventos que hacen a la sociedad ser un espacio cada vez mejor y más apetecible para vivir.
Verdaderamente para mí es algo maravilloso ver como cada día la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, y poder disfrutar de ello y que ello a su vez sirva para hacer de nuestra vida algo mejor y más fácil.

Viva el progreso!

miércoles, 4 de abril de 2012

la danza, el auténtico arte corporal

Desde hace aproximadamente seis meses, asisto todas las semanas a clases de danza contemporánea, y desde hace más o menos tres meses a danza clásica.

Voy como he dicho todas las semanas dos y una hora y media respectivamente.
A contemporáneo voy los jueves y a clásico los lunes.

Yo siempre he amado el baile y el movimiento de expresar con el cuerpo.
Desde muy niña, era oír cualquier música y enseguida iniciaba un movimiento, bien fueran vueltas, saltos, daba igual, mi cuerpo se movía al compás de esa música creando una danza.
La música por otra parte siempre ha estado presente en mi vida de forma casi constante: en casa, en el coche, con gente, etc.
Amo la música, pero movidita!
El tecno, el pop actual, algo de rap, algo de rock y alguna que otra canción lenta como la de titanic.
Pero en general me decanto más por la música tecno-disco-electrónica.
Al escuchar esa música, siento algo parecido a cuando estoy en un centro comercial. Me siento transportada a un mundo de luz y color y siento todas las virtudes de la hera tecnológica y de la sociedad actual.
Me sugiere colorido, juventud y dinamismo, por eso siempre la escucho y me siento totalmente identificada con ella.

Pues al escuchar esas melodías, siempre tendía a crear mi propia danza, que en ocasiones se transformaba en complejas coreografías que a su vez contaban una historia con el cuerpo.

Siempre he conocido mis aptitudes para el baile, y he querido hacerlas visibles.

Como en la vida a veces no elegimos todo y las circunstancias personales son en ciertos momentos adversas, pues me quedé con esa espina clavada no sé, algo así como haber ido de pequeña a clases de ballet, de danza contemporánea o de cualquier tipo de movimientos corporales como aerobick o gimnasia rítmica.

Pero como siempre suelo decir yo, nunca es tarde para realizar tus sueños, y mientras se esté aquí, todo es posible.
La capacidad de moverme bailando siempre la he tenido, y motrizmente soy normal ciento por ciento.
Por todo ello, este año llegó mi momento!

Al principio del curso, me planteé ir a pilates, deporte por cierto muy relacionado tanto con la danza clásica como contemporánea hasta tal punto, que muchos bailarines y bailarinas, lo usan como método de entrenamiento personal.
En pilates me sentía realizada y los movimientos no sé porqué, les saqué un cierto aire con los que usaba yo en mis coreografías de baile.
Por eso quise explorar nuevos horizontes, y me embarqué a la danza contemporánea!
Concretamente a una de sus variantes, llamada contact improvisación.

Allí me sentí genial, el grupo es majísimo y las profesoras son encantadoras, pacientes y muy abiertas.
Se trata de una danza que lo que fundamentalmente prima, es el contacto con el otro y la escucha mutua del cuerpo de el otro.
Por eso todos o casi todos sus movimientos son por pareja, tríos, cuartetos o todo el grupo.
Se trabaja mucho con cuadrupedias, giros en suelo y con el desplazamiento del eje corporal.

En el taller, una vez al mes hacemos algo que se denomina jam, que consiste en una danza totalmente libre y abierta, que se realiza normalmente en espacios abiertos y con acceso a mucha gente.
En esta danza todo sirve y la música se improvisa.

Allí, en una de las jam, conocí a una chica licenciada en artes escénicas y que a cursado el grado superior de danza. Estudiante de ballet desde los 8 años, tiene una trayectoria intachable en el mundo del arte corporal.
Ella me observó bailar, charlamos bastante, y le comenté mis intereses, inquietudes y apreciaciones sobre el baile.
Le planteé que quería aprender danza clásica, y ella como buena entusiasta, se embarcó en el reto.
Me habló de alicia alonso, bailarina cubana casi invidente y una de las más importantes del siglo XX, reconocida en todo el mundo por su avance en la técnica del clásico.

Yo al oirla me quedé estupefacta, no podía ser que una bailarina en mis mismas condiciones hubiese avanzado tanto, y yo siempre frustrada por no poder aprender de forma técnica a bailar.
Me dijo que para ella suponía un reto y una realización personal el enseñarme, y después de navidades, nos embarcamos en la misión!

Las clases que he tomado durante estos meses me han parecido cada día más enriquecedoras, me han ayudado a superar barreras y sobre todo, a darme cuenta de que a veces las limitaciones no están tanto en uno mismo, sino en la mente de muchas personas.
El cuerpo lo que necesita es escucharse y sentirse, la vista aquí es secundaria.
Únicamente se debe ser consciente del espacio, de tus posibilidades y de los ejercicios a realizar.
Ir descubriendo las posibilidades de movimiento que da el cuerpo, es un tesoro de inigualable valor.
El cuerpo es agradecido cuando lo tratamos bien, por eso, todos me dicen que desde que practico deporte, vaya como he adelgazado y me he modelado!

Yo en las clases me siento como una más, y las profesoras de ambas danzas son de una genial calidad didáctica.
asistir a estas clasesMe ayuda a moldear mis movimientos y adaptarlos a las diferentes posibilidades que nos oferta el cuerpo, y sobre todo, a ir aprendiendo nuevos patrones motrices.

A veces, en clase de clásico, como solo estamos la profe y yo, le llevo música y le hago coreografías mías, y ella me graba para analizar mis movimientos y como las clases influyen en los mismos.
En otras ocasiones, es ella la que me lleva la música y así me manda improvisar a mí algún tipo de danza, porque al no conocer la melodía, es menos sesgado el movimiento, ya que no hay conocimientos previos.

Una de las cosas que más me ha gustado es el uniforme para clásico, tiene gran cantidad de matices y todos significan algo.


En clásico está todo muy pautado, desde la forma de caminar por la clase, hasta la altura a la que se debe hacer el moño.
En contemporáneo sin embargo todo es más libre y menos rígido.
Pero con ambas disfruto un montón, me siento bien y son cada día un nuevo reto para mí, que quien sabe, el día de mañana pueda mostrar en los escenarios.

La danza es arte,
Viva el movimiento!